Redondo

Líneas curvas y diseño envolvente: la elegancia del mosaico redondo en revestimientos

El mosaico redondo representa una apuesta estética que desafía la rigidez de las formas tradicionales. Frente al mosaico cuadrado o rectangular, los formatos circulares ofrecen una sensación de fluidez, movimiento y suavidad visual que transforma cualquier superficie. Ya sea en una pared de baño, una ducha, una zona de cocina o un suelo técnico, el mosaico redondo aporta un valor decorativo que no pasa desapercibido.

Su presencia en paredes es especialmente impactante. Al disponer las piezas redondas sobre malla, se genera una superficie continua y armónica que suaviza las líneas arquitectónicas y aporta un ritmo visual muy sofisticado. La variedad de materiales disponibles —vidrio, piedra natural, nácar, cerámica esmaltada o metal— permite jugar con la luz, los reflejos y las texturas para crear ambientes cálidos, modernos o incluso lujosos.

El mosaico redondo no es solo una elección estética, sino una forma de enriquecer visualmente un espacio sin sobrecargarlo. Cada baldosa refleja la luz de forma distinta, y su disposición orgánica crea una superficie viva, ideal para interiores que buscan equilibrio y originalidad.

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