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En el baño moderno, el mosaico gris destaca por su elegancia discreta. Transmite calma, orden y sofisticación sin imponerse. Como revestimiento de pared, genera una atmósfera envolvente, perfecta para la relajación. Combinado con materiales como madera natural o cemento pulido, crea un equilibrio estético entre lo crudo y lo refinado.
Ya sea cubriendo una pared entera o como marco decorativo alrededor del espejo, los mosaicos grises aportan profundidad visual. Las teselas de vidrio gris antracita, los reflejos metálicos del mosaico de aluminio o las superficies mate de la cerámica gris permiten crear composiciones sutiles que cambian según la luz. Cada momento del día revela una nueva textura.
Perfectos para duchas a ras de suelo, los mosaicos grises aseguran una transición fluida entre el suelo y la pared, proporcionando también antideslizamiento. Combinados con piedras naturales o platos de ducha texturizados, evocan un ambiente de spa moderno. Su tonalidad neutra los convierte en la base perfecta para elementos decorativos en latón, mármol o crema.
Además, los baños decorados con mosaico gris se benefician de una mayor sensación de amplitud. El gris, especialmente en su versión perla o cemento claro, refleja la luz sin ser estridente. Esto hace que incluso un cuarto de baño compacto parezca más abierto y aireado. Y si se combina con iluminación LED cálida, el efecto envolvente está garantizado.
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